Celaya, Gto.- En la vida pública, laboral y social, las mujeres van ocupando cada vez más espacios, sin embargo aún existe desigualdad que solo puede contrarrestarse con el cambio de cultura de respeto entre hombres y mujeres, y con la generación de redes que contribuyan al empoderamiento, a través del desarrollo de habilidades y capacidades.
Así lo reflexionó la celayense Clarissa de la Vega, promotora de los derechos de la mujer, embajadora de la UNESCO y conferencista, durante la ponencia “La Mujer de Hoy” que realizó ante la comunidad académica del Instituto Tecnológico de Roque, en el marco de la conmemoración por el Día Internacional de la Mujer.
Actualmente, ejemplificó, por cada 75 hombres que trabajan solamente hay 48 mujeres en puestos laborales, y por cada 100 pesos que gana un hombre, las mujeres perciben 82 pesos, haciendo el mismo trabajo, con las mismas horas laborales y a pesar de tener el mismo nivel académico.
“Este tema existe, generalmente los hombres están en puestos en los que se les relaciona con la toma de decisiones, puestos en los que se les asocia con el riesgo, la racionalidad y la autoridad. Las mujeres normalmente ocupamos puestos que son atribuidos a la feminidad como la salud, los cuidados, la limpieza, como maestras de preescolar o maquiladoras. En esta tendencia se ha avanzado mucho, pero sucede”, expuso Clarissa de la Vega.
Dijo que más allá de los mecanismos y las estrategias que el gobierno pueda implementar, lo que está fallando es nuestra cultura.
“De verdad es impresionante a que nosotras (mujeres) se nos enseñe a no vestirnos provocativamente pero a los hombres no se les haga hincapié en respetar a las mujeres. Yo he sido víctima de ir caminando por la calle y nos echen chiflidos ¿Porque tenemos que vivir con miedo, cubriéndonos?”, reflexionó.
Explicó que en su labor como embajadora de la UNESCO y promotora de los derechos, ha sido mentora de muchas mujeres y considera que es responsabilidad de todas compartir los conocimientos y habilidades para generar redes que contribuyan al empoderamiento.
“Nuestra responsabilidad es que vayamos creando estas redes en las que nos vayamos apoyando, en las que si nosotras tenemos la oportunidad que otra no tiene, compartamos esos recursos, si tenemos una habilidad en la escuela y estamos viendo que otra compañera no tiene, compartamos. Hay que crear estas redes de apoyo y mentoreo”, afirmó.
Clarissa de la Vega es una joven celayense de 22 años, nutrióloga de profesión, que ha sido invitada a diferentes países como embajadora de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).