Por Dr. Ricardo Contreras
San Miguel de Allende, Gto.- Es una fiesta pagana que dio un giro de lo religioso a carnavalesco, que permite imprimir parte del sub consciente en la expresión, en la rebeldía, en la creatividad, también otras cosas con las que vivimos como la violencia cotidiana y la violencia – violencia.
Sobre lo creativo es importante destacar las muñecas Otomí en un espacio propio significado, tomando fuerza como objetos estéticos (felicitamos esta propuesta). Por otro lado vimos a unos dinosaurios caminando por la calle, hechos de cartón muy creativos, acompañados por cavernícolas (también felicitamos este grupo), con su carro alegórico y un mega dinosaurio (cada vez más sofisticadas las criaturas creadas). Vimos caminar por la calle un barco pirata junto a bucaneros más de cine comercial, pero ese es el referente.
Vimos a otros monstruos marinos demasiado creativos caminar sobre la superficie de las calles, con variedad ¡increíble! Otro grupo que se empeñó en la creatividad es el de los “aliens” que presentaron a visitantes extraterrestres de distintas alturas moviéndose con artefactos raros para hacer extensivo el cuerpo.
Vimos al ejercito del planeta de los simios, a Urko, Sayus, y a otros generales listos a retomar la tierra que han invadido los hombres. Vimos otros monstruos de peluche, un vampiro parecido al dios viejo azteca.
También vimos los irlandeses con sus caras típicas de cabezas sonrientes y Purépechas de la danza de viejitos.
Sobre la sátira política no faltó el presidente Trump y sus abusos para ridiculizarlo en su posición de ir al baño. “No estamos contentos con la política exterior que nos ha compartido Estados Unidos, ojalá cambien esos abusos”, de parte del pueblo de México esta imagen tuvo buen tino.
Contingentes acompañados de distintas bandas y sonidos, en un baile del desfile a distintos ritmos.
De las comunidades manifestaciones de payasos asesinos, huachicoleros quemados, hombres armados, superhéroes, muertos salpicados y otras tantas cosas que vivimos en parodia.
Ahora duró más tiempo, apelamos a la creatividad de los grupos, los felicitamos a muchos de ellos. En el carnaval decimos lo que nos gustaría, incluso lo prohibido, la denuncia también, esa es la fuerza de la cultura popular.